martes, 20 de octubre de 2009

Resurrección (no, no ESA resurrección)

Saludos a todos. Espero les haya ido bien en estos días. Para mí, ya mis días en Santiago han pasado a ser un recuerdo, y me he visto ya asumido en mi nueva realidad.

La realidad de estar viviendo en Calama.

Ya hace unos días que llegué aquí, y recién ahora puedo relajarme y empezar a escribir, dado lo ocupadísimo que he estado a la hora de establecerme en mi nuevo espacio, buscar empleo y actualizar todos mis servicios. Se podría decir que recién en los próximos días podré decirles con seguridad que estoy tranquilo, con los objetivos claros y empezando mi vida otra vez.

Para empezar, les cuento que mi abuelo me recibió de forma bastante amigable. A pesar de lo cansado que fue lograr embalar todo, despacharlo, y abordar el bus en la misma tarde, logré dormir lo suficiente para poder conversar con él hasta bien pasada la noche. Aunque creo que aquí hay que colocar una acotación: El bus partió a las 10:00 de la noche y llegó a Calama a las 7:00 de la tarde. Se demoró un poco por unas protestas que hay en Sierra Gorda, aún no conozco los detalles. Iba con mi mochila en la espalda cargada hasta el contre con ropa, artículos electrónicos y de aseo; mi guitarra en un hombro llena de carpetas de primera prioridad; un bolso en el otro hombro donde tenía revistas, más ropa, zapatos y una foto; una bolsa en una mano con mi abrigo café, mi reloj de casi toda la vida (lamentablemente se le quebró un trozo en el viaje y tendré que arreglarlo con masilla o algo) y más ropa; entremedio un saco de dormir con mi taza azul y más ropa; y una bolsa con mi planta. Como un equeco. Menos mal que me comí todo lo comestible que me llevé. En fin, llegué y fui recibido con una deliciosa cojinova al horno.

El espacio que me fue asignado es muy parecido a lo que uno coloquialmente denomina "cagá". Digamos que en principio era de 2,28 x 1,56 m2, pero hoy movimos el panel de madera (porque esta pieza es en realidad un pedazo de la cocina)medio metro más. Eso me ayudará bastante a acomodar lo que traje por encomienda.

En lo que respecta a empleo, estoy evaluando tres opciones: Encargado de almacén, recepcionista de hotel o vendedor de calzado deportivo. Por el momento estoy haciendo lo que puedo para que salga el del almacén, puesto que es el más rentable. Pero si no resulta, igual puedo seguir recorriendo Calama con currñiculum en mano.

Y bueno, Calama es un lugar eternamente soleado. A lo más existe nubosidad parcial, y el sol pega fuerte. FUERTE. Menos mal que traje bloqueador, pero igual terminaré con un tostado que es típico de todos los habitantes. También es un lugar extraño. Partiendo porque los taxistas, automovilistas y micreros, TODOS te ceden el paso.Aún si estás en medio de la calle. Eso me pone bastante incómodo. También es una ciudad pequeña. Pequeñita. Como del porte de Maipú, o menor. Por lo que el hecho de que hayan tantas micros y colectivos es raro. Puedo llegar al mall caminando, a la feria caminando, a cualquier población caminando. Y el mall, eso sí es gracioso, el mall está muy cerca del centro. Pero está en medio de la nada. Literalmente. Lo construyeron a un costado de un sitio eriazo. Y la gente camina por el sitio eriazo para llegar. Igual lo pasa una avenida, pero tener casi 300 metros de tierra por todos lados lo hace un lugar inhóspito. Y al lado está el casino. No pienso visitarlo así que más allá de que la fachada está a un costado (y no en la avenida misma) es lo único que merece mención.

Y bueno, también he aprovechado de ver a la familia. Mi hermano me visitó el Domingo y me ayudó a... Bueno, me ayudó a ordenar la pieza, que estab llena de objetos de la Fran. A ella tendré que visitarla yo, puesto que no piensa volver en harto tiempo, aunque he hablado con ella por teléfono. Y a mi mamá la veré en la semana, tanto cuando ella venga a Calama como cuando vayamos a San Pedro para recrearnos.

Es interesante que donde vivo estoy en un paseo peatonal enrejado, ubicado a un costado del centro deportivo y artístico municipal, que está en la calle principal de Calama, en el centro mismo. Es como vivir en el Paseo Bombero Ossa, pero en vez del Banco Santander tengo joyerías. Esto me ha ayudado para conseguir lo que necesite rápidamente.

Y por último, ya estoy casi listo configurando la red inalámbrica, por lo que podría estar disponible a través de mi notebook. Aparte estoy estudiando para la PSU, y esperando a que todo me resulte como espero. Créanme que me siento bastante satisfecho por la desición que tomé, y confío en que esto ayudará a que forje un futuro más sólido para mí.

Pronto les mostraré fotos, más noticias y, bueno, espero me cuenten de ustedes también.

Nos vemos.