viernes, 30 de julio de 2010

Ping

Mis recuerdos de infancia son muy confusos. Principalmente porque no los puedo ordenar, y también porque nadie en mi familia los recuerda gratamente.

Sin embargo, su hay un recuerdo que desearía poner primero, es el de un disco. "Chiquitita" de ABBA. Verlo girando repetidas veces en el tocadiscos me daba mucha felicidad. Ese recuerdo sucedió cuando vivíamos con mi abuela paterna en un mediano departamento en calle Rosal, cerca del Cerro Santa Lucía (o Huelén, pero vaya uno a saber cuántos conocen esa otra denominación). Dentro de otras experiencias que estimo durante esa estadía fueron las idas a los juegos en el Parque Forestal, los VHS de Pin Pon (sobre todo el capítulo donde hace de "El Principito") y el olor del Paseo Mulato Gil de Castro.

Sin ebargo, y cuando ya estab en la Universidad, mi mamá me explicó que la razón de nuestra estadía allá era porque mi papá no tenía trabajo y no teníamos dónde vivir. Y fue duro para ellos, porque él buscaba empleo en el norte y ella tenía que soportar comer fideos todos los días, y no necesariamente porque era lo único para comer. Mi abuela le daba a mi mamá fideos, así de simple (de ahí que a ella no le gusten). También cuando me llevaba al Parque Forestal ella hacía lo posible por alejarme de los vendedores que paseaban por allí. Así no lloraba cuando no podía pagar una golosina que quería. Otra cosa interesante que pasó allí fue que mi abuelo me llevaba a las fuentes, pero él las llamaba "donde se bañan los rotos". Yo en mi ignorancia nunca asocié "rotos" con pobres.

Pero en fin, sigamos con los recuerdos. Probablemente el primer recuerdo cronológico que tengo es de cuando vi un ratón muerto en una trampa. Me lo mostró el encargado de control de plagas, en la "casa amarilla" en la que vivíamos en Villa Caspana, Calama. Sé que ese recuerdo es uno de los primeros porque mi hermana aún no nacía. Luego nos mudamos a una casa verde cerca de allí. Ahí sí nació mi hermana, y la recibimos con aplausos la nana y yo (ella nació en Chuqui). Lamentablemente los únicos recuerdos que tengo de esos tiempos son la fachada de la casa y los aplausos.

Y luego vienen recuerdos más claros y cornológicamente ordenados. Lo cuál no es de extrañar, estamos hablando de cuando tenía 6 años y estaba yendo al colegio. Pero esos recuerdos de infancia para mí son muy valiosos, porque son los más difíciles de respaldar en fotos u otro material. De mi nacimiento y primer año hay fotos y un video, y también hartas fotos de lo que viene después. Pero esa época o experiencias quedaron fuera de mi alcance. Quizás y en algunas fotos están, pero quedaron guardadas en ese cajón de la pieza del computador en la casa donde ahora vive mi padre allá en Maipú. Y es difícil que vuelva allí.

Lo extraño, eso sí, es que no recuerdo nada de lo que después mis compañeros recuerdan en su infancia. No recuerdo pastillas media hora o alguno que otra golosina de la época. Menos lo que salía en la tele, no la veía mucho.

Y corte, que se me olvidó la conclusión.

jueves, 29 de julio de 2010

Múltiplos de 7 (cont)

El día que se publicó la entrada anterior fue totalmente igual a los anteriores, salvo por una cosa: Mi hermana me preparó un rico plato de fideos con salsa. ¿Y es que acaso no podría estar más satisfecho que con ese tipo de gesto?

Al día siguiente pasé a entregarle el currículum a un compañero de la U, pero no me lo encontré. Otro compañero observó las hojas que llevaba y me deseó un feliz cumpleaños atrasado. Esa noche mi hermana compró unos pasteles.

El Viernes, llegué a la casa temprano porque no tenía clases de inglés. Mi hermana se estaba arreglando para irse a Santiago, pero se dió el tiempo de tomar once y así me prendió unas velas y las puso sobre los pasteles. Me dijo que pidiera tres deseos.

... Y me quedé reflexionando ¿En qué podría pedir yo tres deseos?

Mi futuro para mí es tener una familia contenta en Vancouver o sus alrededores, pero de ahí a que ocurra eso faltan algunos años. Lustros quizás. Aún así, hay bastantes cosas que deben superarse para llegar a ese punto. Y ese fue mi primer deseo: ******************************************************

Luego vino el desafío de lograr obtener el título tan ansiado y así seguir perfeccionándome y desarrollar todas las ideas que tengo y he guardado en mi cabeza desde hace bastante tiempo. Mi segundo deseo fue *********************************

Y por último, **********************. Uno nunca sabe.

miércoles, 21 de julio de 2010

Múltiplos de 7

¿Cómo explicar lo que siento en este momento?

El año pasado, en esta misma fecha, estaba totalmente desganado, salvo por algunas pocas personas que me llamaron para desearme un feliz día. Más allá de comprar una porción de wantan frito, no hice mayor celebración y el día pasó como tal.

Y desde entonces, parece que hubiese pasado una década. De la depresión pasé a la superación. Cambié, me mudé, descarté un rumbo y busqué otro. Me despedí de mucha gente y saludaba a otra. Pasé por muchos empleos y viví cosas inolvidables en cada uno. Reproché mi suerte, así como la bendije. Guardé todas mis cosas, las desempaqué y ahora están guardadas otra vez.

Ahora estoy en una situación que no me satisface, pero me hace sentir más fuerte. Sé que las cosas podrían ir aún mejor, pero también sé que soy yo la única persona que puede hacer que esos momentos mejoren. Me he vuelto un ser altamente independiente, y eso es algo que pocos podemos admitir.

Aún así, siento que varias cosas que perdí o dejé en el camino me serán irrecuperables, y que lamentaré que así sea. Pero ya no se puede hacer mucho por eso. Así es la vida, avanza y uno debe seguir con ella, acompañarla hasta el fin. Y así será siempre.

Y así llegamos a esta fecha, que de hecho me tomó por sorpresa. No fue sino hasta que mi hermana me llamó y me dijo "Tengo pensado hacer algo para tu cumpleaños" que reaccioné y me dí cuenta. ¡Ya estamos en la mitad de Julio! Pero luego mi emoción se apagó y volví a lo normal ¿En qué podría cambiar esta fecha a las demás? Por lo general diría que pasé casi 8 años planeando fiestas que no ocurrieron, y la única vez que ocurrió me dí cuenta de que jamás ocurrirían como quiero que sean. Así que los últimos 4 años pasaron conformándome con una típica once familiar a la que esporádicamente se presentaba algún amigo. Claro que el año pasado no pasó nada. Quizás una comida en la casa de la abuela el fin de semana, pero eso hacíamos siempre los fines de semana así que era parte de lo rutinario. En fin, si algo ocurre este día fuera de lo ordinario, pues les escribiré diciéndoles lo sorprendido que quedé. Si no, pues bueno así quedó ¿No?

Eso. Feliz cumpleaños a mí. Que ojalá el año no se me pase volando y lo disfrute.

martes, 20 de julio de 2010

Experiencia versus observación

Hace unos días observé el partido de España contra Holanda, en donde el primero resultó campeón de la Copa Mundial de la FIFA 2010 en Sudáfrica.

Más allá de lo espectante que estaba el mundo frente a este partido, mi hermana me dijo algo interesante: "Yo creí que no te gustaba ver fútbol". Y tiene razón, me carga ver fútbol. Es una de esas cosas en las que no gastaría dos horas. Y con la cantidad de torneos que hay en el año, sería mucho tiempo frente a la televisión. Aún si fuese fanático de un equipo, no considero que verlos en la tele fuese el mejor de los apoyos. Sí estaría de acuerdo en ir a verlos al estadio, pero no me veo haciendo eso hoy en día. Para los únicos momentos en que he pisado un estadio han sido cuando un grupo musical se presenta allí. Pero aun así, "Yo creí que no te gustaba ver fútbol" seguía haciendo eco en mi mente. ¿Por qué estaba viendo los partidos del mundial?¿qué me motivó a poner TVN y ver cómo los 22 jugadores trataban en lo posible de ganar?

Creo que en parte se debió a que en un principio Chile estaba participando. Estaba un tanto obligado a apoyar al equipo que representa nuestro país. Y también hay algo de entretención en el partido. Me da risa cuando los jugadores se equivocan. Encuentro gracioso cuando los comentaristas tratan de pronunciar esos raros apellidos extranjeros, o introducir forzadamente palabras rebuscadas en su descripción de los acontecimientos. Cuento las veces que usan esas palabras muy seguido. Trato de seguir con detalle qué estrategia quieren usar los técnicos para poder marcar un gol. Me río al ver lo predecible de las reacciones del público y de los telespectadores...

Pero ¿Y de qué sirve? Llámenme aburrido, pero no le veo lo entretenido a ver a gente jugar, es mejor JUGAR. Pero claro, soy un pésimo jugador de fútbol. Muchos de mis compañeros de colegio puede atestiguar que ms únicas habilidades en la cancha eran: Persistencia, ser medianamente bueno para bloquear la pelota (nótese que dije bloquear, no agarrar), y hacer maniobras tan confusas que a veces resultaban en buenos pases o tiros al arco. Pero la mayor parte del tiempo me ponía a correr y tratar de obtener la pelota.

¿Y ahora?¿acaso haber observado todas estas maniobras hechas por los mejores jugadores del mundo (debatible) me harán un mejor jugador en la cancha? La respuesta corta es NO. La larga es NNNNNNNNNNNNNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.... Y eso es porque, al igual que con tantas cosas en la vida, el fútbol se debe practicar. Y si no practicas, ver todos los partidos de fútbol del mundo no te ayudarán en nada.

Ahora bien, dos cosas me surgen al escribir esto: Primero, que existen los analistas y críticos, los cuáles no necesariamente deben o debieron ser jugadores de fútbol para poder ser lo que son, y que por ende observan las jugadas y a partir de eso elaboran su material. Lo mismo pasa con los técnicos, en cierta forma. Así que si el objetivo es ser un crítico de fútbol, no es necesario jugarlo y puedes ver cuántos partidos te plazcan. Lo segundo es que esto se puede extender a millares de cosas, puesto que el aprendizaje humano pasa a veces por el "hacer". Pero también hay importantísimos avances que surgen de la observación de fenómenos como las ciencias naturales y sociales. Y esto supone entonces que ambos acercamientos son igualmente válidos, que tanto el observar como el hacer entregan su información valiosa y aportan conocimientos para entender mejor nuestro alrededor.

La pregunta que podría entonces relacionar todo lo anterior entoces es "¿Cuándo priorizar la experiencia sobre la observación?", o si en realidad deberíamos hacer una jerarquización en lo absoluto.

Otro punto de vista para entender mejor la idea: Un día mi madre me comentó que daba buenos consejos sobre relaciones humanas. Y debo admitir que a veces soy bastante acertado en lo que respecta a entender el tipo de conflictos que aparecen entre dos o más personas. El problema es, eso sí, la acotación que siempre hago cuando el tema involucra parejas: "Sí, igual me gustaría decirlo porque lo viví". Y es que en relaciones humanas no hay mayor escuela que la vida misma. Sin embargo, y para refutar lo que dije, planteo una pregunta interesante: ¿Es un psicólogo mejor o peor facultado para tratar a drogadictos si ya pasó por una etapa de adicción a estupefacientes?¿o una asistente social que surgió de familia conflictiva? Al igual que en el caso anterior, no se puede ignorar una cosa por la otra, la teoría generada por la observación puede ser aún tan válida como la práctica obtenida por la persona misma.

Pues eso. La observación y la experiencia no son necesariamente enemigas, siempre y cuando estén dirigidas a la búsqueda de conocimiento y un mejor entendimiento de la realidad. Lo que es yo, igual me reiré en su ocasional momento de observación de partidos de fútbol.

No hay multimedia para esta entrada... ¿O ?

lunes, 19 de julio de 2010

Los humanos colocan su imagen en donde se les plazca

En relación a mi nota anterior, se me vino una idea un tanto ridícula pero que se catalizó relacionando dos experiencias. Una es que en un webcomic que leo recientemente uno de los padres del elenco principal trabaja en la construcción (o al menos eso parece). La otra es que, como siempre nos informan en las charlas matutinas, es muy importante que cuando se trabaje en alturas de más de 2,5 metros (o algo por ahí) colocarse arnés y engancharse a un cordel de seguridad. Así que mientras trabajaba pensé ¿Cómo funcionaría la prevención de riesgos en un mundo de animales antropomorfos?

Para empezar, es muy obvio que se debe usar casco, antiparras, guantes y protector de oídos, por más incómodo que parezca. Pero no es tan obvio que se deba proteger la cola. Así que lo más conveniente sea gurdar la cola dentro del traje de trabajo. ¿Y en caso de que la cola sea prensil? Y AHÍ PARTIÓ TODO...

Porque en el mundo animal, sólo algunos primates y marsupiales tiene cola prensil, la cuál les sirve para agarrar objetos o comida y sujetarse a las ramas de los árboles. Siendo así sería importante mantener la cola disponible para manipular herramientas, pero no para sujetarse puesto que existe el riesgo de caída si involuntariamente se suelta. Y aún así, ¿Han visto a un chimpancé (JAJAJA LOS CHIMPANCÉS NO TIENEN COLA) mono capuchino o un lémur agarrar una rama de la cola cuando está en caída libre o se lanza hacia otro árbol? Aaaahhhh, interesante ¿no? Usan los brazos y piernas, y la cola la usan para sujetarse o colgarse en distancias cortas. Así que habría que proveerlos de un guante especial para la cola y de un arnés.

Y he aquí un detalle que no expliqué en la nota anterior: Los arneses tienen su gancho más o menos a la altura del diafragma. Esto porque cuando estaban a la altura de la pelvis (emulando a los monos) muchos de los obreros que caían quedaban inválidos. Así se vió que lo estábamos haciendo mal, y pusimos el gancho en el centro de gravedad del humano común, disminuyendo el riesgo de invalidez. Los monos que tienen cola prensil poseen toda una morfología en su pelvis, en sus patas y en su columna para poder realizar las maniobras que hacen sin romperse un hueso o desgarrarse un músculo. Así que, dependiendo del grado de antropomorfismo, el mono puede salvarse o no de una caída con la cola.

Y fue ahí donde me dije ¿Por qué cresta pienso en estas cosas?...

No es de extrañar que se utilicen animales antropomorfos en creaciones artísticas. Como bien lo describe el artículo "Furries are easier to Draw" de TV Tropes, al no ser humanos en estricto rigor no están sujetos al gráfico del cuál emana "el valle de la incomodidad" tan temido por los artistas novatos. Por otro lado, noten cómo desde tiempos inmemoriales les hemos dado formas humanoides a varios fenómenos de la vida cotidiana. Casi no hay deidades de la antigüedad que no tengan características humanas, y qué decir de las fábulas, sea cual sea la civilización, en donde animales hablan y hacen su vida como la de un humano que tuvo la buena-mala fortuna de nacer en un cuerpo de animal. Quizás y por eso no nos suene para nada descabellado el pasaje bíblico que dice "Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios" (Gen 1;27). Está en nuestro más profundo inconsciente pasmar nuestra imagen en lo externo. Probablemente como un punto de comparación, para no sentirnos tan fuera de lugar ¡Imagínense cuando conozcamos otros seres de planetas lejanos! Aunque, por supuesto, hay miles de factores por los cuáles uno pueda elegir usar seres antropomorfos como personajes en una historia, tales como que le resultan más cómodos para trabajar, le gustan o qué sé yo.

Por otro lado, está el "pienso" de la pregunta. ¿Es normal pensar tan profundamente sobre ideas disparatadas? Esa es una pregunta a la que muchos artistas los pillaría sin cuidado, pero no todos somos artistas, ni trabajamos en ello, o ambas juntas. Se lo pregunté a un psicólogo hace tiempo y me explicó que existen personas con mucha imaginación y creatividad que siempre tienen su cerebro a rienda suelta, así como también hay quienes por hiperactividad o algún desorden neurológico lo hacen sin control o prioridad sobre sus actos. Lo más malo de pensar mucho, según mi opinión, es que a menos que estés en un trabajo con mucho tiempo libre la gran mayoría de los pensamientos e ideas se olvidarán y se perderán en un gran pozo de información. Y quién sabe uno cuánta gente está botando ideas en este momento. Otro problema que bordea la paranoia es si pensar mucho hará que cuando envejezca mi cerebro termine degradándose más rápido. Pura especulación barata. Hasta el momento sólo sé que no pasa un minuto en el que mi cerebro no reproduzca música, me muestre un viejo episodio de algo que vi en la tele o en el cine, narre algo que estoy pensando o haciendo, cree una historia especulativa, de un pasado, presente o futuro real o imaginario, navegue por internet en páginas que ya he visitado, o simplemente revise mis quehaceres y examine lo que debo estudiar.

Por eso siempre llevo mi práctica.... ¡LIBRETA!

Y eso... El plural de chimpancé es chimpancés ¡MULTIMEDIA!

Video de "Las Pistas de Blue", para que se entienda el por qué de la penúltima línea (y sí, es un tipo y una pantalla azul, NADA MÁS)



Imagen del "Valle de la Incomodidad" ("Uncanny Valley" en inglés) planteado por Masahiro Mori en los '70s


Que tengan un buen día, UUUK UUUK.

viernes, 16 de julio de 2010

Notas sobre construcción

Cuando uno pasa por el lado de las construcciones, y no está familiarizado con ese mundo, se piensan muchas cosas. Que son ruidosas, que allí trabajan los que "no se la pueden", que cómo logran hacer edificios tan altos y cosas como esas.

Pues bien, desde que empecé mi trabajo diurno como jornal (que para gusto de los lectores expondré en dos analogías: Es como ser el SCV del Starcraft [o VCE, no recuerdo si era así en español], o es como ser el junior de oficina) me he enterado de muchas cosas que antes no sabía sobre la construcción. Partiendo con los nombres informales de las herramientas. Aparte de los obvios, como que el mazo se llama "combo", está la retroexcavadora que se acorta a "retro", al montacargas se le llama "yale", y la grúa de torre que se llama "pluma" debido a que así se llama formalmente a la pieza horizontal que va arriba. Hay otros detalles, como la escoba que tiene cerdas duras y se maneja empujándola que se llama "escoba municipal", y una herramienta que sirve para romper concreto que se llama "canguero" o "cangue". Hay otra que parece un micrófono de sonido ambiental enorme que se mete en el concreto y vibra para quitarle las burbujas que le llaman "vibrador".

Por otro lado, tenemos el detalle de la prevención de riesgos. Como medida reglamentaria usamos tapones de oídos, antiparras, protector del sol para la nuca (una tela naranja) y un casco. Podemos aplicarnos bloqueador en las tardes, y si trabajamos en andamios o en alturas se debe llevar arnés y atarse al cordel de seguridad. Otra cosa bastante particular es cómo trabaja el operador de la grúa torre: Al no poder observar lo que ocurre abajo, está atento a las instrucciones de tres sujetos que están en puntos clave de la obra, los cuáles les transmiten instrucciones a través de señas con los brazos y números por radiofrecuencia. Esto obliga a que tengan un canal exclusivo para ellos. En otro canal se comunican los capataces y el jefe de obra, siendo los capataces los que organizan a su equipo de obreros. Por ejemplo, nuestro capataz se encarga de los jornales. Hay otro que se encarga de los que trabajan en el interior del edificio, y otro que dirige a los que trabajan en el último piso (entendiendo que cada un mes se deben tener 4 pisos listos, es el trabajo más estresante).

También está el tema de las especialidades. Por ejemplo, en la obra somos ~80 trabajadores. Hay como tres moldadores en la parte baja, que se encargan de los "moldajes". Los "moldajes" son piezas de acero y/o madera que se utilizan para definir la forma que debe rellenarse de concreto (u hormigón, acá se usa este término). También hay un equipo de 5 enfierradores, que son los encargados de doblar los gruesos alambres que sirven de malla interna para el edificio y que dan firmeza al hormigón. Están los operadores, uno para la grúa torre y otro para la retroexcavadora. El Jefe de Operaciones (que es mi compañero de carrera y gracias a él me enteré de este empleo [no me metió, sólo me informó que buscaban gente]) también es el eléctrico, y se encarga de mantener y crear las conexiones necesarias para nuestras herramientas y de vigilar el "grupo electrógeno", que es la maquinaria que entrega la electricidad. Hay un tipo que abre y cierra las puertas y regula el tránsito cuando entran camiones. Hay dos mujeres que limpian el edificio constantemente. Están los vendedores que están en la sala de ventas (¡Beh!) y los funcionarios administrativos. Está la prevencionista de riesgos. Un tipo limpia el área de los trabajadores (comedor, baño y suelo). Hay un encargado de bodega o "bandolero" que entrega el material que se necesite siempre y cuando venga con orden de una autoridad, y que recibe y despacha cargamento de los camiones. Hay tres canioneros, uno para el camión chico que trae cosas de alguna ferretería en Iquique y se lleva escombros, uno para el camión mediano que carga cosas desde fuera (puede llegar a Santiago) y hacia fuera, y uno para el grande (18 ruedas) que lleva y trae cargamento más pesado, generalmente desde Santiago. Están los concreteros que se encargan de aplicar, alisar y reparar el hormigón bruto que llega de los camiones hormigoneros. El hormigón puede llegar directamente desde el camión, transportado por los jornales en carretilla (¡uufff!), bombeado por un camión especial o en un embudo gigante con tapa que se transporta con la grúa torre.

Y hablando de la grúa torre ¿Se han preguntado cómo una estructura tan grande se lleva hasta el sitio de la obra? Al principio no sabía, pero por las piezas que habían en un costado razoné que se ensambla. Claro, pensé en una máquina altísima que traen en un camión y las pone una sobre la otra, pero un colega que lleva años en el rubro me explicó la verdad oculta: Si bien al principio se usa una grúa móvil, para darle más altura se usa una máquina que no es más grande que un camión de 4 ejes, pero es fuertísima y pesada. Lo que hace es levantar la grúa y poner las piezas en la base de una en una. Lean eso detenidamente. LEVANTA LA GRÚA Y PONE LAS PIEZAS EN LA BASE. Imagínense la fuerza para hacer eso. Aunque ahora que tengo tiempo de hacer la revisión no encuentro ninguna imágen o video de esa máquina... Mmmm. Bueno, sea cierto o no, una grúa más grande o un camión de ensamblaje son máquinas bastante asombrosas.

Por último, un detalle: El lugar donde estamos construyendo es Bajo Molle, en el sector sur de Iquique. Casi en su totalidad la zona está cubierta de arena, lo que hace que se deba aplanar muy bien para construir. Sin embargo, no se puede aplicar concreto sobre arena directamente. Para hacer un "radier" (que es como un piso de hormigón), se debe primero echar una capa de estabilizador y aplanarlo. El estabilizador es una mezcla de arena, ripio y piedras, que al menos acá tiene un color rojizo. Una vez mojado y aplanado lo suficiente, se coloca una hoja de plástico (como una bolsa de basura gruesa), se pone una malla de fierro y se le agregan unos cubitos de cemento con alambres que se anudan a la malla por los bordes, o sea a los lados y por debajo. Ahí recién se echa hormigón.

Y para finalizar con los detalles, la zona es de clase media alta, por lo que estamos hablando de 1200 UF aprox el depto de 2 habitaciones ups, se agotó, ahora quedan de 1700 hacia arriba. Incluye piscina, sala multiuso, zona comercial y quincho, entre otras cosas.

Ya, les agrego multimedia para que no queden colgados:

La página de la constructora. Para ver el proyecto donde trabajo hagan click en "Costa Sur", que es el único proyecto en Iquique en construcción.

Imagen de camión hormigonero.


Imagen de compactadora de plancha, muy parecida a la que utilizamos para aplanar terreno.


Imagen de camión-bomba de hormigón. Se observa el montaje para mantener fijo el camión y la manguera que bota el hormigón donde se desee.


Imagen de descarga de concreto. Aquí vemos una variante del camión-bomba, en donde el hormigón viaja por ductos de metal previamente ensamblados.


Video de montaje inicial de una grúa torre. Como ven sólo sale la grúa-camión. No pesquen mucho la música, hay graves faltas a la prevención de riesgos (o sea, riesgos :P ) por parte de los trabajadores.




Así que ya saben, hay más de lo que creen detrás de esos paneles de madera.

miércoles, 14 de julio de 2010

Mientras iba paseando por la calle, apurado en llegar a la clase de computación, pensé en un relato que lamentablemente generé después de que venciera el plazo de entrega de historias cortas tanto para Santiago en 100 Palabras como para el Trigésimoquinto Aniversario de la ZoFrI. Así que lo comparto con ustedes:

Abriendo la puerta sigilosamente, ella observa la cama deshecha. No hay nadie. Se desliza por la alfombra limpia hacia el velador e instintivamente abre el primer cajón y saca el cofre con joyas. Sabe que los necesitará. No quieren volver a verla. Metió nerviosamente las joyas en la mochila y salió hacia el exterior, rápida pero ágil. Era hora de correr, de alejarse de ese mundo hostil, de su madre exigiéndole que se vaya, del vagar en la calle con frío, de la ventana rota, de la nana que lloraba amordazada, de los carabineros que estaban por llegar...