jueves, 23 de diciembre de 2010

Im Abendrot

Saludos a todos mis lectores. Lamento profundamente mi ausencia. Pero me he ausentado tantas veces que creo que es una rutina. En fin, estar ocupado en laboratorios y en el trabajo es una parte de mis motivos. Pero también había otro motivo que hizo que no apareciera por aquí muy seguido.

Tiene que ver con un dolor...

Si algunos se acuerdan allá en Santiago, yo andaba con una extraña sensación en el pie. Como un hormigueo que hacía que la mitad de mi "pulgar del pie" (Aparte: ¿Existirá en algún idioma un nombre para los dedos del pie? Y los términos médicos no cuentan. Eso de las primeras y terceras falanges es trampa) no lo pudiera sentir. Pero aparte de eso tenía otro dolor en mis "partes". En los testículos. Y aunque no recuerdo bien cuándo empezaron a dolerme, sí recuerdo que al menos en el verano sentía ese dolor molesto cuando estaba parado mucho rato.

En fin, cuando empecé a trabajar como jornalero se agregó otra serie de dolores corporales. Dolor de espalda, en los brazos y en las piernas. Y lo más molesto: Los dedos de las manos se me doblaban mientras estaban en reposo y mientras dormía, produciéndome un dolor insoportable cuando trataba de moverlos en la mañana.

Sin embargo, cometí un grave error: NO ME TRATÉ. Supuse que era parte de mi acostumbramiento al trabajo, simple dolor de joven sin mucho entrenamiento corporal, o asumí que como era joven y sano se me iba a pasar. Esto es un GRAVE ERROR y ojalá ustedes no lo repitan.

En fin, pasaron los meses y como no se pasaban los dolores, fui a ver un médico general para que me diga qué tenía. Le expliqué todo lo que sentía. En un principio me recetó ibuprofeno, pero luego de que no diera buen efecto, me pidió unos exámenes. Su diagnóstico final fue el siguiente:

- Tenía tendinitis en las manos por exceso de fuerza. Me recetaron unos remedios y me recomendaron cambiar de empleo O_O

- Es probable que lo mismo sea la causa de mi problema en el pie. Las radiografías no muestran que haya un cuerpo ajeno ni que haya una fractura o esquirla en la zona afectada.

- Lo de la espalda y extremidades se me pasará con el tiempo. Se recomienda lo mismo respecto al empleo.

- Lo de los testículos hay que verlo con el urólogo.

Y así, pues fui a ver al urólogo. Me tocó los testículos y me dijo "Sí, esto es un varicocele". ¡Varicocele!¿qué es eso? "Es como várices en los testículos. Las venas que drenan la sangre se dilatan más de la cuenta". Ooooohhh. O sea estoy pagando la cuenta familiar, pensé yo. Mis padres y abuelos por ambos lados han tenido várices, así que puede ser que por eso me haya dado. Pero ¿Habrá otra causa? Puede ser que mi nula actividad sexual tenga que ver en algo. Pregunté "No, no tienes que reprocharte de lo que hayas hecho en tu vida. Estas cosas salen. Y se tratan." ¿Cómo se tratan? "Cirugía" Ah, ok.

Ya lo siguiente era tener un examen para confirmar. Una ecotomografía testicular. Y ahí estaban los testículos normales. Con un varicoceles en el testículo izquierdo bien notorio. Y un quiste en el epidídimo izquierdo de más o menos 5 mm. "Saliste premiado" fue la reacción del urólogo cuando vio los resultados.

Lo que vino de ahí fue el trámite más tedioso que me haya tocado hacer en mucho tiempo. Tenía que ir a la isapre, pedir formularios, llenarlos, pasárselos al doctor para que él los llene, devolverlos a la isapre, entregarles los exámenes, recibir un detalle de los insumos, enviarlo a la clínica, recibir un presupuesto, entregarlo a la isapre, recibir el copago, pasárselo a la clínica, firmar un pagaré, legalizarlo en notaría, volver con todos los papeles con el doctor y ahí RECIÉN fijar la fecha de la cirugía. Como verán, esta fue la parte más larga. Bueno, al menos mi mamá y mi abuelo me dijeron que vendrían a verme durante la cirugía, así que eso era una buena noticia para mí.

Ya con eso resuelto, era cosa de hacer el preingreso, y luego ir a que me dejaran en una habitación de la clínica. Eso fue el Martes. Ahí estuve, distrayéndome mientras hacía miles de cosas a la vez. Entré a las 8:30 y a las 13:00 era la cirugía. Pero no estaba urgido por la cirugía. Estaba urgido porque firmé un pagaré en blanco. Y porque no sabía la cifra exacta que me saldría la cirugía. Tenía un estimado de 300.000 más o menos. Pero quién sabía qué podía pasar que necesitaran más cosas... Ya, traté de que esos pensamientos no me invadieran la cabeza. Me fueron a buscar. Empezamos a viajar en camilla hacia el quirófano. Y mientras miraba al personal del hospital pasar, escuchaba la narración de unos textos de "Rayuela" y trozos de temas de Strauss. Empezaba a escuchar a alguien contar en inglés, ya no podía saber en qué parte de la clínica estaba.

Y llegué al quirófano. Una enorme habitación de concreto pintada de amarillo y con varias máquinas médicas esparcidas en las paredes. Me puse en posición fetal para recibir la anestesia. Era local, no sentía nada de las piernas para abajo. O más bien, no sentía DOLOR de las piernas para abajo, porque sentí cómo me tocaban durante toda la cirugía. Era molesto, y no podía ver por la manta que me pusieron bajo el mentón. Igual sentía de repente el olor de las venas cauterizadas (es como grasa) y el frío de los catéteres o pinzas dentro mío. Uggg. En fin, para ser mi primera cirugía supongo que no era algo tan malo.

El proceso duró 35 minutos. Luego me dejaron en una sección de recuperación, rodeado de cortinas gruesas y con una máquina que registraba mi estado circulatorio. De ahí hasta que me llevaron de vuelta a la habitación y hasta bien entrada la noche sólo sentía sueño. El dolor era molesto, pero si dormía lo podía ignorar. O al menos eso sentía. De repente apareció mi mamá con mi abuelo. Pero seguía durmiendo. Los saludé y seguí durmiendo.

Ya para cuando desperté el dolor era menor. Pude ver las noticias y el Club de la Comedia.

Y el Miércoles me sentía aún mejor. Me levantaba para ir al baño y para manipular mis cosas. Ya para las 14 horas me dieron el carné de alta, almorcé y me fui de la clínica.

Ahora es Jueves. El dolor sigue ahí, pero es casi leve. Me puedo mover casi libremente, y de hecho debo dejar la pieza ordenada porque me voy a San Pedro. Igual debo volver el Martes para que me saquen los puntos. Lo mejor de todo es que ese dolor que tenía antes ya no está. Y en unas semanas más estaré sin dolor.

En conclusión, lectores: NO IGNOREN A SU CUERPO. Si sienten algo que es anormal, vayan a ver a su doctor y pregunten. Por último, será algo nimio o tratable con algo simple. Sólo traten de no ir por cualquier cosa, como cada vez que se sienten mal de la "guata". Eso nos pasa a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es bueno saber que estás mejor. Que rabia cuando los médicos (o los dentistas) dicen "saliste premiado". A mi también me pasó eso de tener dolores por abajo (hace tieeempo- y también lo asocié a estar de pie mucho tiempo, ya que dejaba de doler al estar sentado), pero el médico no diagnosticó varicocele (para mi suerte), y se limitó a recetarme usar boxers apretados (que absurdo, pero hasta ahora parece que funciona).

Un abrazo y saludos desde el sur de Santiago (i.e. San Beka).
-FM