Quisiera cerrar este tema de la mejor manera posible, pero mi memoria me falla a pesar de mis 20 años y ya redí varios detales que conservaba hace unas semanas, cuando hice el viaje. Disculpen las contradicciones]
Una cosa admirable de los Testigos de Jehová es su roden. Son personas increíblemente ordenadas, en todo aspecto. Y eso también lo respeto mucho.
Ojalá estar en esa rama no implique un fanatismo. Tdos los fanatisdmos son malos.
Recorrí muchos lugares mientras duró mi estadía allá con mi familia. Conocí unos riscos en el sector sur de Coquimbo que dan a conocer un más más bravo de lo que se cree. También conocí a los hermanos de Sebastián, fuimos a su casa y observamos los fuegos artificiales de La Pampilla. ¿Saben lo que es La Pampilla? Es una gran fiesta que se hace en un cerro de Coquimbo pasra celebrar las Fiestas Patrias. Los fuegos fueron hermosos, una buena forma de cerrar nuestra última noche en el lugar. Nos despedimos del Tío Oscar como es la tradición y nos fuimos.
Ahora bien, cuando volví, un nuevo aire de renovación enteró en mi cuerpo y en mi mente. Decidí retomar muchos proyectos que tenía pospuestos y explorar un poco más. Eso también lo motivó una conversación que tuve con Felipe.
En fin... Un viaje, una experiencia.
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