domingo, 27 de febrero de 2005

Sin emociones

Lo peor de todo esto es cómo terminé...

Quedé tan pasmado que no sentí nada. Lo veía a él, con su tez sudorosa y roja, con el ceño fruncido al máximo, con sus gritos potentes sentenciandome una y otra vez a ser una persona inmadura que rompe computadores, golpeándome en el alma incansablemente con sus palabras... Y no sentía nada.

Mi alma abandonó mi cuerpo por un momento. La lógica se adueñó de mi mente. Perdí toda emoción. La razón dominó... Y así, no sentí nada.

Fue triste, para mi sufrido análisis posterior, constatar que lo ganado no compensa lo perdido. Un computador nuevo a cambio de confianza... De nuevo perdí su confianza.

¿Será que nuestros padres nunca nos vrán maduros, hasta el momento en que ellos se veían maduros? Quiero cortar con eso. No seré otra generación que se empeña en degradar a la siguiente... No, señor. No será así.

Espero que nosea así. Pondré todos mis esfuerzos en que no sea así.

No hay comentarios.: