viernes, 30 de julio de 2010

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Mis recuerdos de infancia son muy confusos. Principalmente porque no los puedo ordenar, y también porque nadie en mi familia los recuerda gratamente.

Sin embargo, su hay un recuerdo que desearía poner primero, es el de un disco. "Chiquitita" de ABBA. Verlo girando repetidas veces en el tocadiscos me daba mucha felicidad. Ese recuerdo sucedió cuando vivíamos con mi abuela paterna en un mediano departamento en calle Rosal, cerca del Cerro Santa Lucía (o Huelén, pero vaya uno a saber cuántos conocen esa otra denominación). Dentro de otras experiencias que estimo durante esa estadía fueron las idas a los juegos en el Parque Forestal, los VHS de Pin Pon (sobre todo el capítulo donde hace de "El Principito") y el olor del Paseo Mulato Gil de Castro.

Sin ebargo, y cuando ya estab en la Universidad, mi mamá me explicó que la razón de nuestra estadía allá era porque mi papá no tenía trabajo y no teníamos dónde vivir. Y fue duro para ellos, porque él buscaba empleo en el norte y ella tenía que soportar comer fideos todos los días, y no necesariamente porque era lo único para comer. Mi abuela le daba a mi mamá fideos, así de simple (de ahí que a ella no le gusten). También cuando me llevaba al Parque Forestal ella hacía lo posible por alejarme de los vendedores que paseaban por allí. Así no lloraba cuando no podía pagar una golosina que quería. Otra cosa interesante que pasó allí fue que mi abuelo me llevaba a las fuentes, pero él las llamaba "donde se bañan los rotos". Yo en mi ignorancia nunca asocié "rotos" con pobres.

Pero en fin, sigamos con los recuerdos. Probablemente el primer recuerdo cronológico que tengo es de cuando vi un ratón muerto en una trampa. Me lo mostró el encargado de control de plagas, en la "casa amarilla" en la que vivíamos en Villa Caspana, Calama. Sé que ese recuerdo es uno de los primeros porque mi hermana aún no nacía. Luego nos mudamos a una casa verde cerca de allí. Ahí sí nació mi hermana, y la recibimos con aplausos la nana y yo (ella nació en Chuqui). Lamentablemente los únicos recuerdos que tengo de esos tiempos son la fachada de la casa y los aplausos.

Y luego vienen recuerdos más claros y cornológicamente ordenados. Lo cuál no es de extrañar, estamos hablando de cuando tenía 6 años y estaba yendo al colegio. Pero esos recuerdos de infancia para mí son muy valiosos, porque son los más difíciles de respaldar en fotos u otro material. De mi nacimiento y primer año hay fotos y un video, y también hartas fotos de lo que viene después. Pero esa época o experiencias quedaron fuera de mi alcance. Quizás y en algunas fotos están, pero quedaron guardadas en ese cajón de la pieza del computador en la casa donde ahora vive mi padre allá en Maipú. Y es difícil que vuelva allí.

Lo extraño, eso sí, es que no recuerdo nada de lo que después mis compañeros recuerdan en su infancia. No recuerdo pastillas media hora o alguno que otra golosina de la época. Menos lo que salía en la tele, no la veía mucho.

Y corte, que se me olvidó la conclusión.

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